Trotando y rotando por el mundo!

Las aventuras y desventuras de Mario "el Chav" Chavarría, diseñador gráfico de profesión, pero artista y viajero de corazón.

miércoles, agosto 27, 2003

Chévere!

Chévere! Es la única palabra que se me viene a la mente para expresar lo que han sido estas dos semanas por El Salvador. “Muchos nacen pocos viven” es la frase con la que inicie mi nota de despedida antes de emprender esta aventura, y es la misma con la que comienzo mi diario de viaje. Un diario en el cual escribo todas las noches, diferentes historias y anécdotas que he ido viviendo día a día en esta travesía. He tenido la oportunidad de conocer y apreciar diferentes lugares así como el placer y el gusto de conocer y compartir con distintas personas en estas tierras salvadoreñas. Cada lugar y cada persona tienen una historia que contar, y en el caso de las personas también un sueño que realizar. Mi hábito de lectura y mi gusto por la literatura me han facilitado y permitido plasmar, por medio de la palabra escrita, tales historias y anécdotas en un diario. Como dijo Bacon: “La lectura forma al hombre, las charlas lo alistan; y la escritura lo hace perfecto.”

Desde San Salvador les mando un caluroso saludo, esperando que se encuentren sin mayores novedades. Por mi parte les puedo asegurar que he pasado unos días espectaculares, en lo que son mis primeras dos semanas de viaje. La primera semana estuve en Santa Ana, la segunda ciudad más grande de El Salvador, ubicada en el occidente del país. Desde allí pude ir a conocer algunos sitios turísticos tales como las ruinas mayas de Tazumal y el bello lago de Coatepeque, entre otros. Cuando mencionaba en el párrafo anterior la palabra travesía no estaba exagerando, pues para llegar al lago de Coatepeque realice una caminata de más de cuatro horas, pero tal sacrificio valió la pena. Ya que tuve la oportunidad de conocer a la familia del cipote (muchacho) quien era mi guía en el pequeño Cantón Haradas, así como una escuela rural del Cantón Flor Amarilla, donde se estaba llevando a cabo una campaña de vacunación debido a un brote de sarampión y rubéola en el área. Luego del pinchazo y un juego de basketball proseguimos el recorrido rumbo a un mirador donde se podía apreciar una magnifica vista panorámica del lago. Para luego descender entre fincas con plantaciones de maíz y café hasta llegar a la carretera conocida como “vuelta de oro”, parada de buses extraurbanos. Habíamos llegado y el lago ya estaba a solo minutos de distancia.

Anécdotas como la anterior, así como la leyenda que guarda el lago en sus profundidades, son las que he ido escribiendo noche a noche en mi diario. Desde hace una semana me encuentro por San Salvador, la semana pasada estuve instalado con una familia salvadoreña, familiares de un amigo chero (salvadoreño), quienes me abrieron las puertas de su casa. Tuve la oportunidad de conocer varios sitios de intereses históricos, culturales y artísticos. Desde ir a escuchar un concierto en vivo de música reggae hasta asistir a una obra teatral basada en una obra del aclamado escritor peruano Mario Vargas Llosa. He podido también apreciar el trabajo y obras de grandes artistas salvadoreños como el poeta y revolucionario Roque Dalton, así como la galería del famoso pintor Fernando Llort.

Actualmente me encuentro hospedado en la casa de huéspedes “La Concordia” del Sínodo Luterano Salvadoreño, con quienes me encuentro prestando servicio social o diaconía como ellos le llaman. Estoy con el equipo de comunicaciones trabajando una publicación de género conjuntamente con la Pastoral de mujeres luteranas. Es un trabajo interesante pues estoy aprendiendo más acerca de la teología feminista y sobretodo del trabajo que realizan el equipo de comunicaciones. Por ejemplo tuve la oportunidad de asistir a la conferencia de prensa que realizan todos los lunes y mañana los acompañare a una convocatoria que se llevará a cabo en la Asamblea Legislativa.

Como se podrán dar cuenta he estado muy ocupado disfrutando de este maravilloso sueño que se esta haciendo realidad. Para terminar me despido con una definición que leí en el Museo de Arte en la exposición titulada: “Siempre habrá un Quijote: Una visión de Toño Salazar”. Quijotada: Hecho o dicho propio de un Quijote: “Su vida estuvo llena de quijotadas y nunca se dejo llevar por el desanimo.”