Trotando y rotando por el mundo!

Las aventuras y desventuras de Mario "el Chav" Chavarría, diseñador gráfico de profesión, pero artista y viajero de corazón.

miércoles, septiembre 10, 2003

Salud!

Salud! Es la palabra que pronuncian los cheros al despedirse. Con un "salud" y un "hasta pronto" me despido de todas las personas que conocí, durante estas cuatro semanas por tierras salvadoreñas. Así como un "gracias" por haberme brindado su amistad y compartido ciertas anécdotas e historias, que han enriquecido mis experiencias a través de esta travesía. Las cuales como ustedes sabrán sigo plasmando en mi diario noche a noche. Mis mochilas van un poco más pesadas por los libros adquiridos, mi diario va más saturado de palabras e imágenes, y yo sencillamente lleno de agradables recuerdos y enriquecedoras anécdotas y experiencias.
En mi correo anterior les comentaba acerca de lo que habían sido mis primeras dos semanas viajando por El Salvador, encontrándome en ese momento iniciando labores como diseñador gráfico con el departamento de comunicaciones del Sínodo Luterano Salvadoreño (SLS). Quienes desde un principio me hicieron sentir parte del grupo, pudiendo participar en diversas reuniones y actividades. Tal experiencia me hizo aprender, entre otras cosas, un poco más de la historia y conflictos que ha atravesado este país, al igual que el papel que desempeña la Iglesia Luterana Salvadoreña dentro de la sociedad. Llevando tanto mensajes de esperanza como denunciando y condenando públicamente hechos que van en contra del bienestar e intereses del pueblo salvadoreño.
Una de las anécdotas más interesantes fueron las clases de historia salvadoreña con cortometrajes relacionados con el SLS y el conflicto armado. Las mismas eran amenizadas por los comentarios, recuerdos y chistes entre Atilio (Coordinador), Eduardo (Audiovisuales), Cynthia (Relaciones Públicas) y Efraín; quienes en algún momento se vieron envueltos o afectados en medio de este doloroso período. Mientras tanto yo escuchaba, preguntaba y aprendía. “Me da sueño leer mi poesía y sin embargo fueron escritas con sangre.” Nicanor Parra.
Mi último día con el equipo de comunicaciones fue el pasado viernes y el fin de semana lo pase en San Miguel, la ciudad más grande del oriente salvadoreño. Teniendo la oportunidad de visitar el puerto de La Unión, ubicado en el Golfo de Fonseca, donde el calor húmedo no tiene comparación. Al menos con el de las playas de La Libertad, donde estuve hace dos domingos atrás, o el de las costas guatemaltecas.
Después de haber viajado por alrededor de nueve horas, cambiando en cinco ocasiones de buses, cruzando cuatro aduanas y atravesando ríos y montañas; me encuentro en mi nuevo destino: Nicaragua. En busca de más historias y nuevas experiencias, las cuales ya empezaron a aparecer y a ser plasmadas. Desde una platica con una madre, quien perdió a su esposo y dos hijos en la Lucha de la Liberación y en la Contrarrevolución, hasta una charla con un veterano de guerra del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional). Como dijo el propio General Augusto Sandino: “…defender la soberanía de mi patria, aunque para ello tengamos que ofrendar nuestras vidas en aras de la libertad.”
En este momento les saludo desde la ciudad heroica de León, con su soberbio estilo colonial y su grandeza histórica. Me despido como siempre con una cita enviada por un amigo, en este caso, una en relación a mi último correo, la cual era una definición de quijotada. En esta ocasión del escritor Miguel de Cervantes: "El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho."